Sincronizamos dos cronómetros para realizar tareas diferentes que coincidan en un límite de tiempo. Y aunque se trate de más personas, si todos sincronizan sus cronómetros, podrán coincidir.
No todo trabajo en equipo requiere sincronizar cronómetros. Por ejemplo, los partidos de fútbol se pactan a dos o más periodos. Pero hay tareas que toman mucho más tiempo. Por ejemplo, la planificación y construcción de un edificio, un barco o una nave espacial.
Si observamos la naturaleza, notaremos que el ecosistema y la interacción de las especies obedecen a ritmos constantes, casi predecibles que nos permiten adecuarnos y adaptarnos a ellos.
Los empresarios tienen en cuenta las diferentes épocas del año para organizar sus negocios, los músicos, para presentar sus conciertos, los meteorólogos, para pronosticar el clima, y las aves, las tortugas y las mariposas, para realizar sus migraciones, etc.
Nuestra vida depende de toda clase de sincronias. Para una función tan simple como tragar un bocado de comida, tiene que cerrarse automáticamente el acceso a los bronquios. Al nacer, el sistema circulatorio sincroniza automáticamente para que la criatura comience a sostener su vida y respiración por sí mismo.
Pero hay sincronías que dependen exclusivamente de la voluntad y decisión de las personas. Lo llamamos coordinación. Coordinamos la hora de una cita, el proceso de fabricación de un producto, un programa de estudio, etc.
Si un matrimonio no aprende a sincronizar sus actividades de manera eficaz, pronto aparecen los roces y fricciones, el maltrato y el abuso, las rupturas y el divorcio. Los niños pierden el concepto de sincronía y tienden a vivir de manera relajada, lo cual podría traerles problemas de sincronizacion más tarde en la vida.
Por lo tanto, es una inversión excelente dedicar tiempo a la meditación y hacer un esfuerzo por lograr que los engranajes de la relación encajen bien unos con otros. De lo contrario, los dientes se estropearán y toda la maquinaria se echará a perder (Fig.1).
Para que cualquier relación humana funcione, tiene que producirse sincronía, lo cual requiere un esfuerzo sincero de todas las partes involucradas.(Fig.2)