Activa su imaginación

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Si dices algo así como esto: "Imagine que está en una playa hermosa", ¿qué crees que se encenderá en la pantalla de la imaginación de tus oyentes? Algo así como las imágenes de arriba, ¿verdad? Pero ¿cuál de ellas?

Una enorme ventaja sobre la proyección física de diapositivas y películas es la de activar la imaginación que hay en el pensamiento de tus oyentes. ¿Por qué?

Cuando enciendes una diapositiva o película, todos ven lo mismo: lo que tú quieres que vean. Y es cierto. Es muy agradable ver una diapositiva bien diseñada o una película acerca de un tema interesante.

Pero cuando enciendes la pantalla de la imaginación de cada uno, ellos ven individualmente lo que ellos quieren ver, según lo que hay en su mente, según su propia percepción de la realidad y/o fantasía. Eso te da una gran ventaja para abrirte camino hacia su corazón y hacerles sentir de una manera muy especial. ¡Porque ellos mismos personalizan la imagen para sí mismos!

Y aún en tal caso, una ventaja más es que no solo puedes pintar el cuadro que tú quieres que vean, sino que supondrán que tú estás pensando lo mismo que ellos. Como si hubieras adivinado lo que están pensando.

Causaría un efecto muy diferente si dijeras: "Imagine usted que está en una playa paradisíaca y, de repentes se desata una tormenta imparable". Ya no pueden imaginar lo que ellos quieren. Al añadir datos restringes la imagen a lo que tú quieres que imaginen, aunque igualmente lo imaginarán o filtrarán a su manera.

En otras palabras, las fotografías, láminas, vídeos, películas y diapositivas son fijas en el sentido de que no las pueden modificar. En cambio, en la pantalla de la imaginación de tus oyentes puedes hacer todas las modificaciones que desees, en cualquier momento.

Puedes adaptar los colores, las formas, las distancias y las acciones que desarrollas en dicha imagen durante la explicación porque no estás encasillándote a un formato. En un instante puedes agrandar o reducir la imagen al tamaño que quieras, desde el de una galaxia hasta el de un grano de arroz, o llenarla de objetos de todos los colores o dejarla completamente vacía.

Activar la imaginación es muy entretenido y divertido. Tus oyentes "ven" las imágenes en la pantalla de alta definición de su cerebro, sensaciones y sentimientos incluidos. No necesitas añadirle olores ni sabores porque ellos mismos sentirán los olores y sabores que están archivados en su cerebro, ya se trate del olor más nauseabundo o el más agradable.

"Cuando cesa el entretenimiento, cesa el aprendizaje"
- Dr. Maxwell Maltz

El famoso autor de la Piscocibernética (1958), el Dr. Maxwel Maltz escribió mucho acerca del poder de la imaginación, y otro tanto hizo Napoleón Hill por encargo del potentado del acero Andrew Carnegie. 

Todo lo que una persona imagina es susceptible de ser creado y plasmado en la realidad. Solo es cuestión de tiempo y recursos. Por supuesto, hacerlo realidad requiere voluntad y determinación. Pero el estímulo de la imaginación es tan potente que que servirá de combustible. 

Imaginar que vencerás doblegará a tu oponente si él no imagina nada, o si carece de determinacion y voluntad. No se puede contar con soldados que no quieren ir al combate, porque no vencerán aunque tengan la mejor tecnología, el mejor equipo, más tanques, balas y cañones. ¡Cuánto menos si imagina que solo lo usarán como carne de cañón o fachada y no tiene el equipo necesario! Se pasaría al enemigo tan pronto como pudiera.

Por eso, siempre debes hablar con gusto y decisión para que tus oyentes se olviden del tiempo y se sientan en un buen ambiente. Si los intimidas, menosprecias o atacas, será improbable que se imaginen siendo exitosos a tu lado.

Como ves, no necesitas diapositivas ni películas ni láminas ni vídeos para dar un discurso atractivo, interesante y entretenido. Solo tienes que activar la pantalla de la imaginación que hay en el cerebro de tus oyentes, y ayudarte con los gestos, ademanes y tonalidades de la voz.

Si haces una presentación monótona, sin gestos eficaces y dialogando a duras penas, invitarás al fracaso. Porque a nadie le agrada aburrirse.

Por otro lado, si careces de cualidades histriónicas, evita irte al otro extremo y comenzar a hacer payasadas. Todos recibirán con buen agrado algún anécdota o historia que resulte graciosa. Pero no te recomiendo contar chistes si no sabes hacer reír, ni hacer bromas que rayen en cuestiones sucias y desagradables. Podrías perder su aprobación en un instante y no volver a recuperarla por el resto de la exposición.

Comprende que lo correcto es hacer menos tediosa y más llevadera la exposición, no hacer un lucimiento de tu persona. Eso solo tendría sentido si fueras un cómico o actor que vive de la risa.

Por lo tanto, ¿hay que hablar de manera entretenida? Sí, siempre. Pero hazlo con discreción y buen criterio. Aunque puedes decir algo que resulte divertido o gracioso (¡a la gente le encanta reír!), ten presente que "entretener" no es sinónimo de "divertido" ni de "gracioso", y que no todos en el auditorio tienen el mismo concepto de lo que es divertido o gracioso.

A menos que se trate de una sesión de capacitación o de una presentación cómica, evita contar anécdotas crueles, chistes subidoscde tono y hacer bromas pesadas, incomodando a tus oyentes.

Si promueves la risa como único factor de motivación, restarás seriedad a tus conclusiones. Por otro lado, si algo cae en gracia espontáneamente, ¡excelente!, aprovéchalo bien. Nadie se incomodará si lo haces con respeto y moderación.

¡Enciende la pantalla!


Cuanto menos pictórico el modo de exponer, tanto más aburrida, somnífera, dormitiva y soporífera la sesión. Y no hablo de diapositivas ni dibujitos, sino de la pantalla de la imaginación.

Por eso, ¡estimula los pensamientos del auditorio con palabras, frases y oraciones que describan las cosas de manera que puedan ver, oír, tocar, gustar, oler y sentir lo que oyen! ¡Incluso hasta podrías hacerles perder el equilibrio o causarles dolor de estómago!

Nunca subestimes el poder de la imaginación. Es un recurso audiovisual barato y muy dúctil. Gracias a ella, puedes situarte en situaciones hipotéticas y probabilidades futuras para vivir un acontecimiento que todavía no ha ocurrido y tomar medidas preventivas o imaginar soluciones a problemas complicados o descubrir respuestas, procesos, maquinarias y toda suerte de mecanismos para hacer tu vida mejor.

También puedes proyectarte al pasado y discernir cómo vivieron los hombres de tiempos remotos, para resolver enigmas que te ayuden a entender tus raíces y el por qué de muchas de sus acciones.

En oratoria, valerse de la imaginación es mejor que utilizar videos, películas, diagramas y diapositivas. Encender la pantalla de la imaginación es detonar una explosión de imágenes vívidas que te ayudarán a explicar mejor las cosas. Puedes moldear y colorear las imágenes de las maneras más creativas y dinámicas.

Puedes transportar a tus oyentes al fondo del mar o llevarlos en un tour por las estrellas en un segundo, volar con ellos en un globo o arrastrarte por una cueva profunda en busca de un tesoro. ¿Por qué crees que La Guerra de las Galaxias y Harry Potter arrasaron con la taquilla? ¡Porque no solo encendieron la pantalla de cine, sino lo que es más importante, la de la imaginación!

Hablar en abstracto es una pérdida de tiempo. Muy pocos entenderán lo que dices. Pero si enciendes la imaginación, ¡voilá! Todo se llena de energía, color y esplendor.

El único activo industrial de nuestra empresa es la imaginación
Bill Gates

Lanza flechas de colores a sus ojos


Es decir, exhibe ante el auditorio un objeto o apoyo visual (un diagrama, mapa, maqueta, pizarra, dibujo, diapositiva, vídeo, caja, fotografía, lápiz, papel, revista, lámina, juguete o libro). Será como arrojarles un puñado de flechas de colores. Los ojos son muy sensibles a la luz que proviene de los objetos y se enfoca en los conos de la retina, bastoncillos y otras células fotorreceptoras.

Déjalo quieto

Un objeto es inmóvil cuando está inerte. Exhíbelo en el mejor momento y de la manera más inesperada posible. En tal caso, déjalo quieto para que los ojos de todos lo observen detalladamente en toda su amplitud. Sacúdelo o muévelo solo si tienes una intención específica. Y descártalo de la vista tan pronto como deje de serte útil. Si filmas escenas para proyectarlas durante la exposición, mantén segura la cámara cambiando de imagen cuidadosamente después de que el ojo se haya recreado, o generarás frustración.

Muévelo

Ya sea porque se mueva por sí mismo, por un sistema mecánico o eléctrico, o debido a que tú o un auxiliar lo mueva, transporte, destaque, agite o rompa, un objeto móvil capta la atención del ojo con más rapidez y fuerza .

Por eso, álzalo a una altura cómoda para el auditorio. Evita cubrirte el rostro con él, a menos que tengas una razón específica para hacerlo, y destácalo hacia delante para darle un toque de énfasis en algún momento en particular. Si deseas destacarlo más, señálalo con la mano o con un puntero.

Descártalo

El objeto puede convertirse en inútil cuando se lo utiliza ineficazmente. Por ejemplo, una simple mosca que comience a revolotear cerca de tu nariz puede convertirse en un verdadero problema. Si crees que el auditorio te pondrá atención, te engañas, ¡estarán mirando a la mosca!

Por la misma razón se puede decir que un puntero que se mueve incesantemente, como la vara de un director de orquesta, se convierte automáticamente en un objeto inútil, porque distrae. Si terminaste de usarlo específicamente para señalar, descártalo de la vista o déjalo quieto al lado de tu cuerpo. ¿Y qué hay de tus gestos? Si mueves tus manos incesantemente o haces gestos constantemente como un mono excitado, de seguro vas a mantener muy ocupados los ojos del auditorio. Por eso, ¡modérate o descártate!

Presenta un espectáculo breve

Aunque a veces es innecesario presentar un espectáculo para aclarar una idea, en algunas ocasiones hay quienes prefieren escenificarla para grabar profundamente la enseñanza

El espectáculo es la puesta en escena de casos, role playing, obras de teatro o demostraciones a cargo de actores que puedes llevar preparados, o cuando invitas espontáneamente a miembros del auditorio a colaborar contigo voluntariamente, actuando improvisadamente.

Meticuloso

En este caso, planifica, coordina y ensaya minuciosamente los detalles con un tinte profesional, calculando y discerniendo el efecto que tendrá en los asistentes.

Espontáneo

En este caso, déjalo todo a la improvisación y a la casualidad para aprovechar al máximo la iniciativa y creatividad de los participantes, para que resalten las cualidades de su personalidad y de su capacidad para las relaciones humanas.

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