Lectura rápida

(Ver otros artículos)



¿Lees muy lento o muy rápido?

Algo que a muchos les interesa cuando se trata de la oratoria es mejorar su velocidad de lectura porque siempre tienen mucho que leer. También la concentración, porque no todos tienen facilidad para concentrarse.

Concentrarte significa enfocar todos tus sentidos en un solo asunto, un solo punto, un solo lugar, un solo momento, una sola cosa o una sola persona o grupo de personas aunque estén dispersos o se puedan dispersar en el espacio o en el tiempo, procurando captar, absorber, asimilar y empaparte de los detalles. En pocas palabras: Clavar tu atención como una estaca y sacarle provecho como quien exprime una naranja hasta que ya no sale jugo.

Imagínate lanzando dardos a un tablero, dando en el centro el 100% de los intentos. ¡Sería fantástico! Pero en este caso, no quiero que lances el dardo. Imagina la acción al revés: Imagina que el dardo ya está clavado en el centro del tablero y, como si tu mano fuera un imán, el dardo se desclava y vuela en retroceso hacia tu mano para que lo agarres, y que por eso tienes éxito el 100% de las veces.

Al decir: "imagínate", "dardo", "tablero", "clavar en el centro", "100%", "tu mano", "imán", "vuela" y "éxito" usé palabras concretas y fáciles de visualizar. Atraje tus pensamiento y concentré toda tu atención en lo que te estaba diciendo. Tú no hiciste el esfuerzo de concentración. Lo hice yo por ti. Tú no sabías que yo hablaría de lanzar dardos a un tablero, ni mucho menos que te pidiera que imaginaras la acción al revés.

Respecto a la concentración, y al margen de todo lo que pude decir, el secreto es este: Tu mente se concentró en algo que captó su atención, aunque solo fue con los ojos de la imaginación.

Cuanto más te interesa algo, más te concentras. Si no lo entiendes, o no ves razón ni motivo para tratar de entenderlo, de ninguna manera le prestarás atención. Pero te sorprendí, usé expresiones vívidas y capte tu atención, te concentrarte y te preguntaste con curiosidad: "¿Y esto qué significa? ¿Por qué me lo dice? Parece interesante. 

Pero ¿cómo puede uno sentir interés por algo que, en principio, no le interesa, es más, le causa repulsión? La respuesta es: Desarrollando o cultivando interés. Por ejemplo, debido al pésimo método de enseñanza de la maestra de matemáticas, me brotaron anticuerpos contra los números y las operaciones. Un día me dije a mí mismo que tenía que hacer algo al respecto. 

Le conté el problema a un amigo, y me dijo: "Consigue el libro El Hombre que Calculaba. Cambiará tu modo de ver las matemáticas". Y así fue. Poco a poco les tomé aprecio, ¡como nunca antes! Incluso despertó en mí el interés en el universo, la física y la química. Ahora veo los números de un modo diferente.

Y no soy el único. Muchos niños se sacan malas notas en matemáticas. Prestan atención una primera y segunda vez. Pero por no entender nada (porque el maestro no ha usado una buena mayéutica), se van quedando atrás, pensando en la Luna, no entienden la siguiente explicación. Luego reciben la crítica  negativa del maestro porque no hicieron bien la tarea, pierden el incentivo, sus padres los reprenden por no ser aplicados, y acaban odiando al maestro y a todo lo que representan y les recuerdan los números.

El efecto ulterior es que pierden la motivación para fijar su atención en lo que no les agrada. No se concentran en nada de lo que les dicen. Su interés se ha perdido, no va por ahí.

El castigo de una mala nota es la única opción de que ahora dispone el maestro para someterlos y obligarlos a hacer el esfuerzo de concentrarse. Pero ya no existe placer en ello. Tratándose de una motivación negativa, arrastran el curso de matemáticas a duras penas por el resto de su vida, hasta que leen El Hombre que Calculaba y recuperan tanto la motivación como los incentivos.

Cuando yo era pequeño odiaba comer papas. Terminando la adolescencia conocí a un gringo alto, fornido y de colores cálidos en el rostro. Yo era flaco y pálido. Le dije: "En su país [un lugar de Europa que ya no recuerdo] deben de comer bastante carne". Y me respondió: "¿Carne? ¡No! Papa". En mi cerebro ocurrió un shift, un cambio radical en mi punto de vista sobre la papa. ¡Ahora me encantaron! Aunque sigo flaco y pálido, jajaja.

Por eso, si algo no te gusta o tienes dificultades para hacerlo, pero sabes que sería algo bueno para tu organismo, para tu mentalidad, inteligencia o desarrollo, recuerda que para mejorar tu actitud respecto a cualquier cosa, ya sea matemáticas, papas o cualquier otro asunto, incluida tu velocidad de lectura, es una buena decisión buscar un incentivo, y causar un shift en tu cerebro a fin de despertar tu curiosidad y darte la oportunidad que te mereces.

¿Cómo te beneficiarás?

Esa es la pregunta clave: ¿Cómo te beneficias de prestar atención? Cuando leas, pregúntate cómo podría beneficiarte lo que lees. Siempre hay un beneficio. La clave está en descubrirlo, y eso se logra pensando.

Es fácil decir: "¡Ajjj! Esto es insoportable. Son muchas palabras. Yo quiero un resumen, algo más breve, algo que vaya al grano". Pero lamentablemente, los libros de física, química, matemáticas, geología, numismática, veterinaria, mecánica, o lo que te dé la gana, ¡ni siquiera las instrucciones de tu dispositivo móvil! pueden ser muy breves. De hecho, ¿te dejarías operar el cerebro por un médico que solo ha leído un poco sobre anatomía? ¡No! Preferirías uno que ha estudiado muchísimo el asunto, y que tenga una vasta experiencia!

Bueno, con mis más de 45 años de experiencia enseñando a otros a exponer en público, déjame decirte que en la base de todo está el placer por la lectura, y me refiero a la lectura de contenido que te impulse a mejorar, no a la de simples teorías que no terminan en nada. ¡La lectura causará muchos shifts positivos en tu cerebro!

Por ejemplo, algunas partes de la Biblia me parecían particularmente aburridas, extrañas, exageradas y desactualizadas. Entonces busqué información complementaria y pregunté a otros hasta descubrir por qué disfrutaban de su lectura. Al comenzar a entender, lo aburrido se volvió tan interesante que, en realidad, ¡fue fascinante!

Es increíble cómo puede cambiar la perspectiva de uno cuando descubre el beneficio de prestar atención, concentrarse, reflexionar, meditar y actuar.

Por ejemplo, cuando yo tenía unos 10 años de edad, mi hermano Enrique me dijo: "Hoy vamos a observar narices y solamente narices. Vamos a ir por la calle y solamente vas a mirar la nariz de las personas, y me dirás cómo son."

Así fuimos por todas partes. Yo observaba una nariz y le explicaba lo que percibía, en cuanto a si era grande o pequeña, larga o corta, gruesa o delgada, respingada o aguileña, de qué color, etc., y él hacía lo mismo, ayudándome a percibir otras cosas, como lunares, desvíos del tabique, o si tenían punta redonda, cuadrada o triangular, etc.



¿Sabías que la nariz humana tiene una máscula frontal, una raíz, un tabique, un dorso, un lóbulo o punta, una fosa, dos alas o aletas, vellos, dos ventanas y dos narinas, además de funciones respiratoria, oxigenativa, ofativa, gustativa y digestiva, y que está relacionada con el corazón, con el sexo y con el efecto del sonido de la voz? Y los otorrinolaringólogos y cirujanos plásticos pueden identificar muchos otros detalles.

De repente, vi un borracho con una nariz de color rojo, y Enrique me explicó que no a todas las personas se les ponía roja, pero que el alcohol podía dilatar ciertos vasos sanguíneos de la nariz, que cuanto más vasos sanguíneos tenía un borracho, más roja se le ponía.

Enrique era dibujante, pero no me estaba enseñando dibujo ni a criticar a las personas por su aspecto. Estaba enseñándome algo mucho más valioso: A usar un poco más mi cerebro por medio de ser más observador de los detalles, a detenerme a pensar y sacar conclusiones, a atar cabos sueltos y a pensar con creatividad.

¿Qué tiene que ver esto con la lectura y la concentración?

Que prestaste mucha atención a lo que estuve diciendo porque te pareció interesante, ¿no?

Ahora ves que la concentración depende de que prestes atención a los detalles y, por decirlo así, los degustes con el intelecto y las emociones.  

A continuación algunos tips que pueden ayudarte a mejorar tu velocidad de lectura.

No son ejercicios de lectura veloz, pero te ayudarán a concentrarte y aprender a entender las palabras, no por leerlas letra por letra ni sílaba por sílaba, sino por el reconocimiento de la forma de las palabras y las frases.

Por ejemplo, si ves esta imagen, no necesito decirte qué es porque tú sabes que es, a pesar de que no está clara. Se ve de colores que no corresponden a la imagen real. También se ve borrosa. Sin embargo, sigues sabiendo de qué se trata, ¿verdad?



Lo mismo sucede con las palabras cuando lees.  Tu cerebro no necesita mucha información para reconocer una palabra o grupo de palabras. Basta con algunos datos.



A continuación te muestro algunos ejercicios que me han ayudado muchísimo, tanto para leer mucho más rápido como para entender un escrito con más concentración y profundidad.

Anuque los ejercicios de lectura rápida pueden hacerse de manera metódca para evaluar el rendimeinto, tamiébn peudes ameuntar tu veolcidad de lectuar si aprednes a reocnocer las paalbras por su froma más que por sus letras.

Etse ejrecicio tiene el dolbe porpósito de uamentar tanto tu halbiidad paar recooncer las palasbra por su froma como de estmiular los procesos mentlaes de tu cererbo para disintguirlas aun cuando uss eltras estén deosrdeandas.

Si olgras distingiur uan palabra cuando uss letras etsán deosrdeandas o mal edscripta, lógicamente te será muhco más fácil distingiurla cuadno uss eltras etsén ordenadas.

Por la misma razón, si lorgas leer de cabzea, te será muhco más fácil eler al redecho. Tu cerbro opdrá reocnocer el mesnaje, porqeu lo distuinguiar a pesar de los edfectos.



El ceerbro huamno teine la extrordinaira acpacidad de reslover etsa y ortas calses de idficutlades en la conmuicación, porqeu no depnende de la prefección para entrened lso mesnajes, sino de los indicios que precibe.




Por seo, caunto más partiques lectura con eltras desordenadas o de caebza, más autmenarás tu volecidad de lectura, y te será muhco más flaci retener lo que lees, porque tu cerebro ya no estará ocupaod tartando de reocnocer las paalbras, sino en discernir el mesnaje.

Ordenar el desorden es uno de los ejercicios más interesantes para ejercitar la concentración y memoria, así como para mejorar la velocidad de lectura

El seiguinte ojercioci es mas idfícil. Tarta de eler etsos rrafapos, epro leeols ol msa ripado euq et sae opisble. Is lorgas elerlos noc realvita pardiez es proeuq ut voldadci de luecruta y crontencanioc ah emojrado muoch.

Particar lectura ne zov atla con lsa lertas doserdanedas, y poder elerlas arpiod, et adrá nu amyor poder ed elcutra.

Al priemra elcutra edbe ser enmtlaemnte, sin paalbras, epro esdpeus bedes eelr ne zvo atla, porcruando pornuncair lo emroj sopible. 

Ahora compara tu velocidad de antes con la velocidad con que tus ojos están leyendo ahora este párrafo. ¿Dirías que tu velocidad ha aumentado? ¿Mejoró tu concentración? ¿Puedes reconocer las palabras más rápido? ¿Puedes entender más cantidad de ideas?

Ahora veamos los siguientes párrafos. Las letras están más desordenadas que en los ejercicios anteriores. Aunque probablemente tu velocidad se reduzca por la dificultad de entender cada palabra, sigue procurando descifrarlas lo más rápido posible.

Ameutnar al levodicad ed lecatru y al dadpacaci ed sionprencom se senecial apra prenared socas suenvas, quepro sol tosniemcicono temenralgene es idvlugan pro secirto. Sal reposnas euq jomeran us habliidad praa lere teinen sam porblabidiasde ed nicrenemtar us clutura.
___

Sete jereocici se msa fliidci. Corprcau eerl oests forraaps y oleles ol sam ardiop equ et ase elbopis. Is lorgas elerlos noc realvita pardiez es proeuq ut voldadci de luecruta y crontencanioc ah emojrado muoch.

Particar lectura ne zov atla con lsa lertas doserdanedas, y poder elerlas arpiod, et adrá nu amyor poder ed elcutra.

Al priemra elcutra edbe ser enmtlaemnte, sin paalbras, epro esdpeus bedes eelr ne zvo atla, porcruando pornuncair lo emroj sopible. 

Roaha paracom ut lovedacid ed tesan noc al cilodaved cno uqe sut sojo etans elyendo haora sete rrapafo. ¿Siríad qeu ut locivedad ah ameunatdo? ¿Emjoró ut nocecantricón? ¿Sedpue norecocer sal arbapals msa pidorá? ¿deupes netender más edias?

Ameutnar al levodicad ed lecatru y ut dadpacaci ed sionprencom se senecial apra prenared socas suenvas, quepro sol tosniemcicono temenralgene es idvlugan pro secirto. Sal reposnas euq jomeran us habliidad praa lere teinen sam porblabidiasde ed nicrenemtar us clutura.  













En el primer intento procura entender lo que dice en el siguiente ejercicio.

C13R70
D14
D3
V3R4N0
3574B4
3N
L4
PL4Y4
0853RV4ND0
A D05 N1Ñ45
8R1NC4ND0 3N 14 4R3N4, 357484N 7R484J4ND0 MUCH0 C0N57RUY3ND0 UN C4571LL0 D3 4R3N4 C0N UN45 70RR35 3N0RM35, C0N P454D1Z05 0CUL705 Y PU3N735. P3R0 CU4ND0 357484N 4C484ND0 V1N0 UN4 0L4 GR4ND3, D357RUY3ND0 70D0 Y R3DUC13ND0 3L C4571LL0 4 UN M0N70N D3 4R3N4 Y 35PUM4. P3N53 9U3 D35PU35 DE 74N70 35FU3RZ0 C0M3NZ4R14N 4 L10R4R, P3R0 3N V3Z D3 350, C0RR13R0N P0R L4 P14Y4 R13ND0 Y JU64ND0 Y C0M3NZ4R0N 4 C0N57RU1R UN NU3V0 C4571LL0. 3S0 M3 3NS3Ñ0 UN4 6R4N L3CC10N: 64574M05 MUCH0 713MP0 D3 NU357R4 V1D4 C0N57RUY3ND0 4L6UN4 1LU510N, Y D3 R3P3NT3 UN4 0L4 LL364 Y D357RUY3 70D0 Y 50L0 P3RM4N3C3 L4 4M1574D, 3L 4M0R Y 3L C4R1Ñ0... Y L45 M4N05 D3 NUESTROS 49U3L1705, 9U3 50N C4P4C35 D3 H4C3RN05 50NRR31R NU3V4M3NT3.








La concentración es al intelecto lo que olfatear es al gusto. Concentrarte significa olfatear y saborear una idea, fijar tu atención en ella, notando detalles que otros no notan. No todos tenemos la misma capacidad para concentrarnos. 

Por ejemplo, cierra el ojo derecho y mira atentamente en la imagen la X de la derecha, o cierra el ojo izquierdo y mira atentamente la X de la izquierda. Sin quitar la vista de la X, acerca lentamente tu cabeza a la pantalla hasta que el punto desaparezca de tu campo visual, y sigue acercándote hasta que vuelvas a visualizarlo. Al alejarte de la pantalla ocurrirá lo mismo. Si te concentraste, habrás descubierto lo que la ciencia llama el "punto ciego".

X               .               X

La única razón por la que uno descubre el "punto ciego" es por prestar atención a la explicación. El interés que uno le pone se llama concentración. Uno se concentra cuando presta mucha atención a lo que ingresa por sus sentidos. En tal caso, se trata de mirar y escuchar. Con solo ver una imagen u oír un sonido no prestas atención. Prestas atención cuando le pones mucho interés y te esfuerzas por profundizar tu entendimiento. Concentrarte es prestar muchísima atención a un asunto.

ARRIBA