¿A quién no le gusta abrir un regalo? Bueno, tu discurso es un bonito regalo, al margen de lo que te haya costado en dinero. ¿Por qué?
Porque hay oradores excelentes, buenos, malos y pésimos. Pero si te desenvuelves aplicando técnicas dinámicas, de hecho será un magnífico regalo para tus oyentes, un valor agregado para el alma. Porque no siempre tiene uno el placer de escuchar una buena conferencia, ¿verdad?
Tu desenvolvimiento se relaciona con cada experiencia exitosa. Una persona exitosa, es decir, que no tiene dificultad para desenvolverse aquí o allá, tiene la experiencia del éxito grabada en su mente. Sabe que podrá actuar con soltura.
Pero ¿qué hay de quienes piensan que nunca han tenido experiencias exitosas, o peor aún, que su vida ha sido un total fracaso, un desastre sobre desastre? ¿Es posible que lleguen a desenvolverse con soltura y aplomo algún día?
Para la respuesta, primero debes tener en cuenta que meditar en eso te llevaría a la siguiente línea de razonamiento lógico: "Sin experiencias exitosas previas no puede desenvolverte eficazmente".
Por lo tanto, para el desenvolverte eficazmente, primero tienes que acumular una base, un fundamento, un cimiento de experiencias exitosas, aunque sean muy pequeñitas. Jamás menosprecies las pequeñas puntadas que unen las piezas de un vestido. Todas cuentan, todas armonizan, todas valen, todas suman dando consistencia al todo.
Si crees que nunca tuviste experiencias exitosas, probablemente pienses así porque un día, debido a algún estímulo negativo, comenzaste a perder de vista los pequeños éxitos que sí tuviste en tu vida. ¿Cómo averiguarlo, para empezar a ordenar un poco esos pensamientos, esa red de neuronas que hay en tu interior?
Por ejemplo, cuando uno se muda de casa, poco antes comienza a pensar cómo será su vida en la nueva casa. Pero también empieza a romper papeles y documentos y a deshacerse de cosas que quedaron obsoletas y ya no usará. Junta aquello que piensa regalar a los amigos, y decide qué le gustaría vender o rematar. Y lo hace porque no quiere llevar a la nueva casa cosas que perdieron un valor personal, su vigencia o interés.
Lo mismo sucede cuando alguien quiere mejorar, desarrollar y cultivar una nueva personalidad y mejorar su performance [se pronuncia perfórmans], es decir, su desempeño. Es como si hiciera un inventario de sus virtudes y defectos.
Si crees que nunca tuviste experiencias exitosas, probablemente pienses así porque un día, debido a algún estímulo negativo, comenzaste a perder de vista los pequeños éxitos que sí tuviste en tu vida. ¿Cómo averiguarlo, para empezar a ordenar un poco esos pensamientos, esa red de neuronas que hay en tu interior?
Por ejemplo, cuando uno se muda de casa, poco antes comienza a pensar cómo será su vida en la nueva casa. Pero también empieza a romper papeles y documentos y a deshacerse de cosas que quedaron obsoletas y ya no usará. Junta aquello que piensa regalar a los amigos, y decide qué le gustaría vender o rematar. Y lo hace porque no quiere llevar a la nueva casa cosas que perdieron un valor personal, su vigencia o interés.
Lo mismo sucede cuando alguien quiere mejorar, desarrollar y cultivar una nueva personalidad y mejorar su performance [se pronuncia perfórmans], es decir, su desempeño. Es como si hiciera un inventario de sus virtudes y defectos.
Es como en contabilidad. Tienes una columna de ingresos y egresos. Al final, aplicas un poco de matemática básica y sacas la cuenta de lo que te tienes. Lo mismo puedes hacer con tus virtudes y defectos, ventajas y desventajas. Comienza buscando en un diccionario etimologico lo que significa una virtud y una ventaja.
Una virtud es todo lo que se relaciona con el campo metafísico, es decir, lo que está más allá del entorno físico o material. Me refiero a tus conceptos sobre el bien y el mal, lo que consideras verdad, justicia, bondad y belleza de las cosas. Y un defecto o desventaja es aquello que uno cree que le hace falta para llegar a estar completo, una imperfección que debes modificar, corregir o cambiar en tu carácter o personalidad.
Tal como el que rompe papeles y documentos cuando se va a mudar de casa, tienes que romper los malos recuerdos, como son los fracasos y esfuerzos fallidos. No es productivo llorar sobre leche derramada, a no ser que te sirva para reflexionar. Es como despejar y limpiar la superficie de una mesa, por decirlo así, y dejarla como antes. Lista para ponerle un mantel y servirte una pizza.
Igualmente, tal como juntas cosas para regalar, vender, rematar o tirar a la basura, también tienes que decidir de qué ideas, conceptos, tradiciones, supersticiones y apoyos psicológicos te conviene deshacerte para dar cabida a una nueva forma de pensar.
Una virtud es todo lo que se relaciona con el campo metafísico, es decir, lo que está más allá del entorno físico o material. Me refiero a tus conceptos sobre el bien y el mal, lo que consideras verdad, justicia, bondad y belleza de las cosas. Y un defecto o desventaja es aquello que uno cree que le hace falta para llegar a estar completo, una imperfección que debes modificar, corregir o cambiar en tu carácter o personalidad.
Tal como el que rompe papeles y documentos cuando se va a mudar de casa, tienes que romper los malos recuerdos, como son los fracasos y esfuerzos fallidos. No es productivo llorar sobre leche derramada, a no ser que te sirva para reflexionar. Es como despejar y limpiar la superficie de una mesa, por decirlo así, y dejarla como antes. Lista para ponerle un mantel y servirte una pizza.
Igualmente, tal como juntas cosas para regalar, vender, rematar o tirar a la basura, también tienes que decidir de qué ideas, conceptos, tradiciones, supersticiones y apoyos psicológicos te conviene deshacerte para dar cabida a una nueva forma de pensar.
¿Por qué los que piensan estupideces no parecen saber hacer más que estupideces? Porque se han acostumbrado. Por lo tanto, los pensamientos estúpidos no son compatibles con los pensamientos sabios; tampoco las actitudes estúpidas con actitudes sabias. ¡Todos los dias tienes que tomar decisiones que se distancien lo más posible de un posible fracaso! Por decirlo así: O mantienes a raya la estupidez o te deshaces de ella. Sí o sí. La sabiduría y la estupidez son incompatibles. Estoy hablando de "conceptos", no de las "personas".
Claro, no te vayas a los extremos. No quiere decir que nunca bromees ni te rías ni hagas alguna estupidez o quedes en ridículo de vez en cuando. Es parte de la vida. A todos nos pasa.
Pero si revisas con cuidado tu pasado, de seguro recordarás pequeños y grandes éxitos. Quizá no en campos en los que a te hubiera gustado destacar, pero sí en los que seguramente no tuviste en cuenta que fueron éxitos.
La clave está en que entiendas muy bien lo que significa el éxito. Un "éxito" significa una "salida", "terminación", "conclusión", "fin", "escape" que tuvo un buen resultado o efecto.
Pero si revisas con cuidado tu pasado, de seguro recordarás pequeños y grandes éxitos. Quizá no en campos en los que a te hubiera gustado destacar, pero sí en los que seguramente no tuviste en cuenta que fueron éxitos.
La clave está en que entiendas muy bien lo que significa el éxito. Un "éxito" significa una "salida", "terminación", "conclusión", "fin", "escape" que tuvo un buen resultado o efecto.
Todo lo que te sale bien o tiene un buen efecto en tu quehacer diario significa éxito, por pequeño que sea; y todo aquello que termina mal o tiene un mal efecto significa fracaso, por pequeño que sea. Por lo tanto TODOS tenemos éxitos y fracasos. Cualquier cosa que haces o aprendes bien es un éxito. No tiene que ser algo extraordinario ni sobresaliente.
De modo que no es cierto cuando uno u otra persona dice que no hemos tenido éxito nunca, o que siempre hemos fracasado en todo. Eso es mentira, no puede ser, no tiene sustento en la realidad. Lo cierto es que todos, absolutamente todos, tenemos muchos éxitos a cada rato, pero no nos percatamos de ello. Porque quizá no sabíamos el significado de la palabra éxito: "Salida", "término", "conclusión", "fin", "escape". Cada vez que terminamos alguna tarea razonablemente bien, hemos tenido un éxito.
¿Por qué digo razonablemente bien? Porque la perfección no existe en su sentido pleno. Porque aunque hagas algo perfectamente, siempre puedes expandir, innovar y seguir perfeccionando. Solo podemos alcanzar cierta ilusión de perfección.
De modo que no es cierto cuando uno u otra persona dice que no hemos tenido éxito nunca, o que siempre hemos fracasado en todo. Eso es mentira, no puede ser, no tiene sustento en la realidad. Lo cierto es que todos, absolutamente todos, tenemos muchos éxitos a cada rato, pero no nos percatamos de ello. Porque quizá no sabíamos el significado de la palabra éxito: "Salida", "término", "conclusión", "fin", "escape". Cada vez que terminamos alguna tarea razonablemente bien, hemos tenido un éxito.
¿Por qué digo razonablemente bien? Porque la perfección no existe en su sentido pleno. Porque aunque hagas algo perfectamente, siempre puedes expandir, innovar y seguir perfeccionando. Solo podemos alcanzar cierta ilusión de perfección.
Por ejemplo, vemos un edificio alto e imponente y decimos: "¡Ah, qué hermoso, tan perfecto, tan recto!". Pero ¿es verdaderamente recto? ¿Existe una línea que sea verdaderamente recta? Hasta donde se sabe, todo en el universo parece curvo. Anda, conversa con un arquitecto. Te dirá que la línea recta no existe. Es solo una ilusión.
Por lo tanto, no pienses en perfección con relación al desarrollo de tu personalidad y carácter. Perfección significa alcanzar el mayor grado posible de excelencia, lo cual es imposible para los seres humanos imperfectos que somos. Siempre podemos mejorar, por muy torpes que nos creamos. ¿Por qué crees que hasta los más renombrados científicos reescriben sus libros y teorías, confesando que todo el tiempo estuvieron equivocados con respecto a ciertos conceptos?
Por lo tanto, no pienses en perfección con relación al desarrollo de tu personalidad y carácter. Perfección significa alcanzar el mayor grado posible de excelencia, lo cual es imposible para los seres humanos imperfectos que somos. Siempre podemos mejorar, por muy torpes que nos creamos. ¿Por qué crees que hasta los más renombrados científicos reescriben sus libros y teorías, confesando que todo el tiempo estuvieron equivocados con respecto a ciertos conceptos?
Hoy ya los psicólogos no tienen el mismo concepto de la inteligencia. Incluso muchos de ellos hasta quisieran borrar la palabra "inteligente" de los diccionarios. ¿No parece una locura? Pero así están los asuntos.
Cuando pienses en tu desenvolvimiento, recuerda eso: No somos perfectos, y ni tampoco debemos esperar perfección de los demás. Solo podemos esmerarnos por ser mejores cada día y felicitarnos por nuestros pequeños y modestos éxitos. Y seguir mejorando, innovando, creando, recreando, diseñando y rediseñando y aplicando reingeniería. Y nunca olvides que la línea recta no existe. Es solo una ilusión, dependiendo del punto de vista como la consideres.
Por eso los maestros eficaces de oratoria reconocen ante todo que no pueden ni deben esperar un gran desempeño de una persona inexperta o novata. Primero tienen que apuntar bajo y crear oportunidades, o un marco de circunstancias, que permita al estudiante saborear el éxito varias veces, primero discursos sencillos, es decir, sencillos en forma y fondo, para que tome conciencia de sus posibilidades de tener éxito al exponer en público, lo cual eleva su autovaloración y le provee las bases, el fundamento y el cimiento para sentir la seguridad de contar con la capacidad para resolver sus pequeñas dificultades y problemas y de manejar sus relaciones humanas de una manera productiva.
Tu concepto del éxito afecta tu desarrollo mental, intelectual, emocional, espiritual y físico. Está demostrado que nuestra salud (comenzando por nuestro sistema inmune) depende mucho de nuestra actitud hacia la vida, de la manera como vemos a las personas, a los animales y hacia todas las cosas (y no pases por alto tener una metafísica realista, una libre de fantasías y agnotología). Hay una palabra para resumirlo: Psicosomático.
Cuando pienses en tu desenvolvimiento, recuerda eso: No somos perfectos, y ni tampoco debemos esperar perfección de los demás. Solo podemos esmerarnos por ser mejores cada día y felicitarnos por nuestros pequeños y modestos éxitos. Y seguir mejorando, innovando, creando, recreando, diseñando y rediseñando y aplicando reingeniería. Y nunca olvides que la línea recta no existe. Es solo una ilusión, dependiendo del punto de vista como la consideres.
Por eso los maestros eficaces de oratoria reconocen ante todo que no pueden ni deben esperar un gran desempeño de una persona inexperta o novata. Primero tienen que apuntar bajo y crear oportunidades, o un marco de circunstancias, que permita al estudiante saborear el éxito varias veces, primero discursos sencillos, es decir, sencillos en forma y fondo, para que tome conciencia de sus posibilidades de tener éxito al exponer en público, lo cual eleva su autovaloración y le provee las bases, el fundamento y el cimiento para sentir la seguridad de contar con la capacidad para resolver sus pequeñas dificultades y problemas y de manejar sus relaciones humanas de una manera productiva.
Tu concepto del éxito afecta tu desarrollo mental, intelectual, emocional, espiritual y físico. Está demostrado que nuestra salud (comenzando por nuestro sistema inmune) depende mucho de nuestra actitud hacia la vida, de la manera como vemos a las personas, a los animales y hacia todas las cosas (y no pases por alto tener una metafísica realista, una libre de fantasías y agnotología). Hay una palabra para resumirlo: Psicosomático.
Psicosomático es "el efecto que tiene en tu organismo tu pensamiento". Y no solo tus pensamientos, sino los pensamientos de los demás, del mundo que te rodea y de todo aquello que permitas que influya en tus pensamientos.
Además, dependemos mucho de nuestra manera de expresarnos. Si pensaras que no existe una estrecha relación entre tu forma de hablar, tus procesos nerviosos y tu comportamiento, sería como tapar el Sol con un dedo, o sea, engañarte.
Además, dependemos mucho de nuestra manera de expresarnos. Si pensaras que no existe una estrecha relación entre tu forma de hablar, tus procesos nerviosos y tu comportamiento, sería como tapar el Sol con un dedo, o sea, engañarte.
A medida que ganábamos experiencia en la vida, también fuimos construyendo una personalidad. Tu personalidad es como una carpa que se sostiene con estacas. Sin estacas, se la lleva cualquier ventarrón. Por tanto, no solo debes tener en cuenta la carpa, sino cada una de las estacas.
No puedes sacar todas las estacas al mismo tiempo, porque todo se derrumbaría. Tienes hacerlo una por una. Renovarlas o cambiarlas una por una.
Igualmente, es innegable que con un poco de esfuerzo podrías modificar tu manera de expresarte cotidianamente con el fin de afectar positivamente tus procesos nerviosos. Por ejemplo, si te habitúas a limpiarte con la mano la nariz, ¿crees que podrías mejorar si no lo tomas en serio, o no haces un esfuerzo por entender la razón o fundamento para dejar de hacerlo con la mano?
Igualmente, es innegable que con un poco de esfuerzo podrías modificar tu manera de expresarte cotidianamente con el fin de afectar positivamente tus procesos nerviosos. Por ejemplo, si te habitúas a limpiarte con la mano la nariz, ¿crees que podrías mejorar si no lo tomas en serio, o no haces un esfuerzo por entender la razón o fundamento para dejar de hacerlo con la mano?
Por ilustrarlo de otra manera: Si repito que soy un idiota, ¿no crees que terminaré creyéndolo? Seguramente empezaré a hacer idioteces, a ser o convertirme en un completo idiota? ¿Y quién me sacará de mi encierro mental y emocional? ¿No crees que para mejorar tendría que comenzar por dejar de creer esa mentira y dejar de decir cosas denigrantes acerca de mí mismo? No digo que la superación será simple ni rápida, pero sí que todo el proceso podría comenzar usando expresiones más adecuadas. Es lo que se conoce como neurolingüística.
El día que mi hija de cinco años trajo a casa el sello de un burrito de color rojo en su cuaderno, me vi forzado a visitar a su maestra y solicitarle que no vuelva a identificarla con un burro debido al efecto negativo que podría tener en su desenvolvimiento. Razoné con ella sobre la neurolingüística y felizmente lo comprendió, me pidió disculpas y dijo que no volvería a usar dicho método con sus alumnos.
Cuando mi hija me preguntó: "¿Qué significa el burrito?", le di un largo discurso explicándole cuán inteligentes eran los burritos, cuánto ayudaban a los agricultores, cuánto peso podían cargar y cuán fuertes eran. Le dije que cuando los habitantes de ciertas ciudades querían construir un camino apropiado, soltaban al burrito, y por donde iba el burrito, hacían el camino. Cuando el burrito no podía seguir avanzando, entonces llamaban a un ingeniero. ¿Cómo crees que afectó tal explicación su desempeño? Contrarresté el efecto, ¿verdad?
Cuando el maestro espera un buen desenvolvimiento de un novato, en realidad no está enfocando bien sus métodos. Un novato pudiera parecer desenvuelto en oratoria porque en otros campos ha demostrado desenvolvimiento previamente, pero no es realmente un desenvolvimiento eficaz en oratoria, porque el desenvolvimiento eficaz en oratoria no solo depende de la soltura ni de la confianza en uno mismo, sino de los conocimientos acerca de las técnicas para llegar a la mente y corazón del público.
Soltura sin conocimiento y práctica de la técnica es como disparar un arma con los ojos vendados. No se sabrá cuándo ni cómo dar en el blanco, ni tampoco cuándo se mete la pata. Ser inteligente para una destreza, no significa que uno será igualmente inteligente para todas las destrezas.
Para que un estudiante de oratoria aprenda a desenvolverse, es decir, a mejorar su desempeño, necesita conocimiento exacto o epignosis de la técnica de oratoria, además de suficientes experiencias y éxitos que le sirvan de base, fundamento e incentivo para superarse.
Lamentablemente, muchos maestros que se aventuran a enseñar oratoria meten la pata ellos mismos al asignar temas complicados y extensos a sus estudiantes. O tal vez los envíen a una biblioteca a concentrarse en lo que se supone es la historia de la oratoria, a leer biografías de oradores antiguos y famosos. ¿No sería mejor que estudien y practiquen una técnica, investiguen un tema que para ellos sea interesante y, sobre todo, que lo escojan ellos mismos?
Si en la primera clase de oratoria el maestro asigna un tema específico, como "El cooperativismo como profesión de futuro", no sería realista esperar un buen desenvolvimiento, porque el estudiante se verá abrumado por la presión emocional de quedar bien hablando de un tema que no le atañe. Y siendo que acumular éxito es vital para el desenvolvimiento, terminará hundiendo su carrera como orador. Es mejor que hable de la mosca y luego ayudarle a mejorar la forma. Poco a poco, paso a paso.
A los novatos con temas simples
Es mejor que escoja el tema por sí mismo, pero dándole un marco amplio de selección. Por ejemplo, hablar de un accidente que ocurrió en su niñez y qué lección sacó. Entonces podrá dominar el tema y usarlo para desempeñarse adecuadamente, lo cual le proporcionará el éxito que necesita para tomar conciencia de que puede desenvolverse.
Poco después de haber expuesto temas sencillos, el maestro puede restringir los marcos de selección hasta llegar al punto de asignar temas más específicos. Pero en todo caso, los temas tienen que tratar sobre cosas que el estudiante puede dominar. A nadie le hace gracias que le pidan algo que sabe o no puede hacer, porque lo expone al fracaso, la antítesis del desenvolvimiento.
Los temas inciden en el éxito o fracaso de un programa
Es un hecho que para que alguien saboree el éxito que resulta en una fuerte autovaloración, la cual a su vez se traduce en seguridad en sí mismo y deselvolvimiento personal, sus metas deben ser realistas y estar siempre a su alcance. Un objetivo poco realista es como colocar un taburete y esperar que un gordo la salte como si fuera flaco. Solo lo estaríamos exponiéndolo al ridículo, exacerbando su temor al qué dirán y robándole los deseos que intentarlo nuevamente.
Aunque el objetivo de un discurso puede variar considerablemente de un orador a otro, el tema influye dramáticamente en su cumplimiento. Veámoslo así: Hasta el orador más experimentado se vería en dificultades para producir un éxito si hablara de un asunto que no sabe. ¿Te gustaría tomar un curso de oratoria por primera vez y que el maestro te dijera: "Para la próxima semana hablarás de la Influencia del adelanto cuántico, nuclear y nanotecnológico en la ciencia del electromagnetismo y la gravitación, o que te pidiera que lo dieras en chino? Estoy seguro de que no regresarías a clase, y si estuvieras obligado (como ocurriría en una escuela o universidad), te enfermarías de verdad. Es mejor pedirle que hable de un incidente de su niñez y dejar que lo enfoque como prefiera.
¿Por qué las personas tienden a evadir la mayoría de las clases de oratoria? No es por timidez ni por falta de seguridad, sino porque el maestro les pide hablar de algo que está lejos de su entendimiento.
Pero solo es una exposición oral
"Pero solo es una exposición oral", no es una clase de oratoria, tal vez diga el maestro. Pero una exposición oral no deja de ser considerada como 'oratoria' por los estudiantes.
Recordemos: Aunque alguien tenga desenvolvimiento en general por haberlo adquirido con experiencias de otra clase (cantando, bailando, jugando, leyendo), no podemos esperar que un novato en oratoria tenga desenvolvimiento. El desenvolvimiento en oratoria se adquiere con el estudio de la técnica de exponer y la experiencia. Si queremos que un alumno de oratoria se desenvuelva, tenemos que darle las herramientas básica para producir el éxito, lo cual incluye un tema simple, que sea de su dominio, que esté a su alcance.
Ahora bien, ¿es posible enseñar a alguien a montar bicicleta sin bicicleta? La respuesta espontánea sería no; pero un maestro inteligente diría: "Depende". Porque hay personas que pueden hacerse cargo de una situación desde la primera vez, es decir, aunque no hayan tenido experiencia previa. Quizás nos resulte ridículo pensar que alguien podría aprender a montar bicicleta sin bicicleta, pero usemos un ejemplos más difícil: Pilotar un avión.
Cierta señora viajaba en una avioneta pilotada por su esposo. Ella nunca quiso tomar el volante ni aprender a pilotar. Pero esta vez a su esposo le sobrevino un paro cardíaco y ella se vio forzada por las circunstancias a tomar el timón y aterrizar la nave lo antes posible, para que los paramédicos tuvieran esperanzas de salvarlo. Nunca antes había pilotado una avioneta. Pero el haber observado durante años cómo su esposo la pilotaba le proveyó los recuerdos rudimentarios que su subconsciente necesitaba para aterrizarla. Las circunstancias la obligaron, aunque nunca antes lo había hecho. Hoy en día, muchos pilotos aprenden sin avión, sentándose en una cámara especial de tecnología virtual; y hay médicos que operan exitosamente a sus pacientes sin que el paciente esté allí con ellos, gracias a la robótica a distancia.
Recuerda: Un buen discurso es como un bonito regalo, un valor agregado para el alma. Salvo raras excepciones, no hay desenvolvimiento sin éxitos.
Para que un estudiante de oratoria aprenda a desenvolverse, es decir, a mejorar su desempeño, necesita conocimiento exacto o epignosis de la técnica de oratoria, además de suficientes experiencias y éxitos que le sirvan de base, fundamento e incentivo para superarse.
Lamentablemente, muchos maestros que se aventuran a enseñar oratoria meten la pata ellos mismos al asignar temas complicados y extensos a sus estudiantes. O tal vez los envíen a una biblioteca a concentrarse en lo que se supone es la historia de la oratoria, a leer biografías de oradores antiguos y famosos. ¿No sería mejor que estudien y practiquen una técnica, investiguen un tema que para ellos sea interesante y, sobre todo, que lo escojan ellos mismos?
Si en la primera clase de oratoria el maestro asigna un tema específico, como "El cooperativismo como profesión de futuro", no sería realista esperar un buen desenvolvimiento, porque el estudiante se verá abrumado por la presión emocional de quedar bien hablando de un tema que no le atañe. Y siendo que acumular éxito es vital para el desenvolvimiento, terminará hundiendo su carrera como orador. Es mejor que hable de la mosca y luego ayudarle a mejorar la forma. Poco a poco, paso a paso.
A los novatos con temas simples
Es mejor que escoja el tema por sí mismo, pero dándole un marco amplio de selección. Por ejemplo, hablar de un accidente que ocurrió en su niñez y qué lección sacó. Entonces podrá dominar el tema y usarlo para desempeñarse adecuadamente, lo cual le proporcionará el éxito que necesita para tomar conciencia de que puede desenvolverse.
Poco después de haber expuesto temas sencillos, el maestro puede restringir los marcos de selección hasta llegar al punto de asignar temas más específicos. Pero en todo caso, los temas tienen que tratar sobre cosas que el estudiante puede dominar. A nadie le hace gracias que le pidan algo que sabe o no puede hacer, porque lo expone al fracaso, la antítesis del desenvolvimiento.
Los temas inciden en el éxito o fracaso de un programa
Es un hecho que para que alguien saboree el éxito que resulta en una fuerte autovaloración, la cual a su vez se traduce en seguridad en sí mismo y deselvolvimiento personal, sus metas deben ser realistas y estar siempre a su alcance. Un objetivo poco realista es como colocar un taburete y esperar que un gordo la salte como si fuera flaco. Solo lo estaríamos exponiéndolo al ridículo, exacerbando su temor al qué dirán y robándole los deseos que intentarlo nuevamente.
Aunque el objetivo de un discurso puede variar considerablemente de un orador a otro, el tema influye dramáticamente en su cumplimiento. Veámoslo así: Hasta el orador más experimentado se vería en dificultades para producir un éxito si hablara de un asunto que no sabe. ¿Te gustaría tomar un curso de oratoria por primera vez y que el maestro te dijera: "Para la próxima semana hablarás de la Influencia del adelanto cuántico, nuclear y nanotecnológico en la ciencia del electromagnetismo y la gravitación, o que te pidiera que lo dieras en chino? Estoy seguro de que no regresarías a clase, y si estuvieras obligado (como ocurriría en una escuela o universidad), te enfermarías de verdad. Es mejor pedirle que hable de un incidente de su niñez y dejar que lo enfoque como prefiera.
¿Por qué las personas tienden a evadir la mayoría de las clases de oratoria? No es por timidez ni por falta de seguridad, sino porque el maestro les pide hablar de algo que está lejos de su entendimiento.
Pero solo es una exposición oral
"Pero solo es una exposición oral", no es una clase de oratoria, tal vez diga el maestro. Pero una exposición oral no deja de ser considerada como 'oratoria' por los estudiantes.
Recordemos: Aunque alguien tenga desenvolvimiento en general por haberlo adquirido con experiencias de otra clase (cantando, bailando, jugando, leyendo), no podemos esperar que un novato en oratoria tenga desenvolvimiento. El desenvolvimiento en oratoria se adquiere con el estudio de la técnica de exponer y la experiencia. Si queremos que un alumno de oratoria se desenvuelva, tenemos que darle las herramientas básica para producir el éxito, lo cual incluye un tema simple, que sea de su dominio, que esté a su alcance.
Ahora bien, ¿es posible enseñar a alguien a montar bicicleta sin bicicleta? La respuesta espontánea sería no; pero un maestro inteligente diría: "Depende". Porque hay personas que pueden hacerse cargo de una situación desde la primera vez, es decir, aunque no hayan tenido experiencia previa. Quizás nos resulte ridículo pensar que alguien podría aprender a montar bicicleta sin bicicleta, pero usemos un ejemplos más difícil: Pilotar un avión.
Cierta señora viajaba en una avioneta pilotada por su esposo. Ella nunca quiso tomar el volante ni aprender a pilotar. Pero esta vez a su esposo le sobrevino un paro cardíaco y ella se vio forzada por las circunstancias a tomar el timón y aterrizar la nave lo antes posible, para que los paramédicos tuvieran esperanzas de salvarlo. Nunca antes había pilotado una avioneta. Pero el haber observado durante años cómo su esposo la pilotaba le proveyó los recuerdos rudimentarios que su subconsciente necesitaba para aterrizarla. Las circunstancias la obligaron, aunque nunca antes lo había hecho. Hoy en día, muchos pilotos aprenden sin avión, sentándose en una cámara especial de tecnología virtual; y hay médicos que operan exitosamente a sus pacientes sin que el paciente esté allí con ellos, gracias a la robótica a distancia.
Recuerda: Un buen discurso es como un bonito regalo, un valor agregado para el alma. Salvo raras excepciones, no hay desenvolvimiento sin éxitos.
Por tanto, si eres un maestro de oratoria, nunca pidas ni esperes un buen desenvolvimiento sin darles temas y técnicas fáciles de entender, que les permitan tener éxito a corto plazo y a acumular cada vez más éxitos al exponer.