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Un violento terremoto sacudió las profundidades del mar de Indonesia originando un tsunami que devastó once países del sudeste asiático, desde el Golfo de Bengala hasta África, el 26 de diciembre de 2004. La cantidad de fallecidos superó los 200.000, y de entre todos los niños, las tres cuartas partes de ellos, toda una generación, pereció.
Una de las zonas más afectadas fue Kinniya, donde vivía un profesor de inglés de apellido Munwar, un poblador de condición modesta cuya pasión era la lectura, y su hobbie, coleccionar revistas usadas. Tan prodigiosa era su memoria que en su pueblo lo apodaban “El Diccionario”.
Aún así, recuerda que su madre siempre lo regañaba diciéndole que, en vez de andar coleccionando revistas viejas, usara ese tiempo en algo más útil, como ganar más dinero para la familia. Sin embargo, la educación que Munwar había adquirido leyendo esas revistas marcaría la diferencia entre la vida y la muerte, tanto para sí mismo como para muchas personas. Un día leyó un artículo acerca de los tsunamis y lo que podría hacer en caso de emergencia.
Poco antes de que el mar azotara su pueblo, estaba comprando pescado y notó a la distancia que los barcos se veían más arriba de lo normal, como si se hubieran elevado unos dos o tres metros. Sí, el mar mostraba un comportamiento sospechoso. Entonces recordó lo que había leído en aquella revista y echó a correr despavorido, gritando advertencias y dirigiéndose a una zona elevada. Lamentablemente, muchos no lo tomaron en serio y perdieron su oportunidad de salvar su vida; solo 20 ó 30 personas le hicieron caso y corrieron tras él tierra adentro. Munwar, “El Diccionario”, ahora también había llegado a ser uno de los héroes del pueblo.
Para muchos una revista tal vez no tenga mucho valor, ya sea porque pasó de moda o porque fue publicada hace mucho tiempo, pero Munwar el coleccionista sabía que una publicación no dejaba de ser útil solo porque hubiera pasado mucho tiempo si su contenido le enseñaba a vivir mejor, como ocurrió con el artículo que le salvó la vida.
La educación, el conocimiento y la cultura no solo se consiguen en las escuelas y universidades, sino en todo lugar y momento. Solo tenemos que prestar atención a lo que vemos y leemos, a lo que oímos y sentimos... y recordarlo.
De seguro que tal como las estrellas llenan el firmamento por las noches, la historia quedará tachonada con las experiencias ocurridas en aquella parte de la Tierra, pero de entre todas ellas, acuérdate de Munwar. Si quieres beneficiarte hoy y en el futuro, nunca menosprecies el valor intrínseco de una buena revista... aunque sea usada. Un día podría salvarte la vida.
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