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Oratorianet te provee una lista con varios cientos de títulos para inspirarte y pensar en qué podrías hablar. Dale Carnegie, consciente de que algunos de sus alumnos tenían dificultad para elegir un tema para hablar en clase, les proveía una lista de títulos y les sugería escoger uno que despertara en su interior un recuerdo impactante, emocionante o vívido acerca de un incidente, tal como había ocurrido. Pero siempre les advertía que tuvieran en cuenta lo siguiente:
Que tuvieran derecho de hablar de ello
Que lo sintieran profundamente en su interior
Que les despertara deseos de hablar de ello
Sus listas contenían títulos que abarcaban campos tan diversos como:
- NEGOCIOS
- NIÑEZ
- FAMILIA
- GENTE VIDA PERSONAL
- RECREACIÓN
- VIDA SOCIAL
- LABORAL
Presionar a un estudiante de oratoria a hablar de algo que no sabe, o darle un tema acerca del cual tiene que estudiar por primera vez, le genera mucha presión y estrés. No le provoca las intensas emociones que se requieren para convencer y persuadir, sino todo lo contrario. Los seres humanos nos manifiestamos naturalmente cuando sabemos de qué hablamos; y cuando no sabemos de qué hablamos, nuestro tono, volumen, mirada, postura y ademanes nos delatan. Una persona convencida siempre suena diferente de una persona dudosa, y cualquier auditorio es capaz de percibirlo intuitivamene. ¡Se nota! Por eso, la primera regla de Oratorianet es: "Si no sabes, cállate". Es decir, no hables si no sabes de qué quieres hablar.
También hay que tener en cuenta que la mayoría de las personas teme abrirse a los demás y mostrar sus emociones abiertamente. Los oradores novatos creen que sería mejor esconder lo que sienten, pero eso va contra el principio de hablar de lo que sienten. Esconder lo que sienten, a menos que estén practicando actuación, es un gran error. Lo mejor es que escojan un tema que les despierte pasión y que dejen salir sus emociones de una manera equilibrada.
Recuerda: Uno de los factores del éxito en oratoria es ser genuino y comunicarse de corazón a corazón. Si uno pretende tener éxito en oratoria, y al mismo tiempo esconder lo que es y lo que siente, no lo conseguirá, porque el público aprecia más al orador que se abre y se muestra tal y como es. Por eso, la imagen de mentiroso es la más difícil de borrar, y muchas veces, imposible de olvidar. Por ejemplo, ¿qué has notado cuando un líder miente? Su imagen se deteriora y cae.
Por lo tanto, provéeles una lista con temas y déjalos escoger uno basándose en los sentimientos que les despierten. Déjalos que hablen de aquello que vibra en su interior, que les despierte pasión por hablar de ello. ¡Lo harán muy bien, retroalimentará su desempeño y te apreciarán más como su guía!
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